Originalmente, el pueblo estaba a orillas del mar. Sin embargo, durante el siglo XIX las dunas avanzaron y sepultaron los cultivos y el pueblo viejo. Fue recién, a principios del siglo XX, gracias a la acción del botánico alemán Federico Albert Faupp que se salvó el pueblo, al plantarse un bosque, que fue declarado reserva nacional en 1979, refundándose el pueblo al este de este bosque.
La centenaria y hermosa Parroquia de Chanco, fundada el 21 de enero de 1835, donde año tras año veneramos a Nuestra Señora de la Candelaria, no resistió los 8 grados del terremoto y se destruyó completamente. El pueblo en general, fue afectado duramente, la mayor parte de su zona típica resultó con graves daños, registrándose aproximadamente 41 fallecidos.
El P. Francisco Hormazabal, párroco de Chanco, señala: “Ante todo el drama vivido los chanquinos no pierden su fe y valoran la celebración eucarística en la plazoleta frente a lo que fuera su parroquia”.
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